domingo, 23 de octubre de 2016

El fallo

Granada 0 - Sporting 0

Errare  humanum est... 

Dicho latino (atribuido a Séneca, pero vete tú a saber)

Fue un fallo como los que cometemos de chicos en el patio del colegio, o de mayores, si seguimos perseverando absurdamente en este deporte. No es corriente, pero a veces sucede. También, en alguna ocasión, en un partido profesional. Nos recordó a otro de otro delantero sportinguista, Villa, el primero, un delantero menos brillante que Villa, el segundo, pero un buen jugador, habilidoso y con cierto olfato para el gol. Quiero recordar que fue en El Molinón, y contra el Español (entonces aún se escribía así). Con toda la portería vacía frente a él, envió el balón fuera. 

Lo de Cop fue parecido. Le perjudicó que anduviese por allí Viguera, quedando demostrado así que a veces más es menos. Si hubiese estado solo Cop, a estas horas probablemente estaríamos celebrando la victoria. Hizo un movimiento bizarro el delantero vasco, en un intento -debemos agredecérselo- de cazar el balón, que se le había quedado un poco atrás. Fue un movimiento forzado, como de danza moderna, pero que despistó al croata. Tanto que no se sabe muy bien qué quiso hacer este, si rematar o apartar la pierna. Fue una pena. Fue la última jugada de un partido feo y aburridísimo que nos hizo pasar luego largo rato fantanseando con ese remate que no fue, con ese gol que ya cantábamos... Lo llevaremos con nosotros, como una cicatriz en la imaginación, toda la semana.

Del partido, poco que decir. Que el Granada juega tan pobremente como nosotros; que Meré es un defensa central como la copa de un pino; que estuvo muy bien acompañado por el debutante Juan Rodríguez; que nos cuesta un mundo coser una jugada de peligro -aparte de la ya mencionada, solo una más, tras una pared entre Cop y Castro, que tapó bien el portero Ochoa-; que si tus delanteros fallan esas pocas ocasiones, poco hay que hacer, pero que tampoco es tan raro que esto suceda cuando se pasan los pobres todo el santo partido haciendo funciones que poco o nada tienen que ver con su especialidad, y no les llega nunca un balón en condiciones (al final olvidan que lo suyo es rematar y marcar goles...)...

En fin, que aunque no hemos perdido, y no nos metieron ningún gol, a nosotros nos parece que todo sigue más o menos como antes, y que nos esperan más días aciagos. El dicho latino (atribuido a Séneca pero ponte tú a saber...) continúa así: sed in errare perseverare diabolicum, que traducido a ojo de buen cubero y como quien cuenta con los dedos vendría a decir que sí, que humano es errar, pero que equivocarse una y otra vez, eso, eso resulta imperdonable.


                                                                     www.as.com


 

No hay comentarios:

Publicar un comentario